Nombre:	Procustes
Identidad Secreta:	Ninguna
Categoría:	Mágico
Ocupación:	Pesadillero Real
Interés Amoroso:	Ninguno
Armas:	Ninguna
Familia:	Desconocida
Hogar:	Topus Terrentus
Guarida:	Mansión
Debilidad:	Desconocida
Mentor:	Ninguno
Secuaces:	Varios
Archienemigo:	Frankelda Herneval
Creador:	Arturo y Roy Ambriz Rendón
Primera Aparición:	Sustos Ocultos de Frankelda
Año de Aparición:	2021
Muerte:	Ninguna
Editorial:	Cinema Fantasma
Afiliaciones:	Ninguna

Procustes es un villano que aparece en series y películas mexicanas. Fue creado por Arturo y Roy Ambriz Rendón para la serie de Sustos Ocultos de Frankelda de Cinema Fantasma.

Se trata del Pesadilero Real del Topus Terrentus.

Etimología

Su nombre viene del personaje de la mitología griega Procusto, un posadero quien se fingía amable sin embargo cuando las personas se hospedaban en su posada, si eran más grandes que la cama en la que dormían les cortaba las extremidades para que cupieran perfectamente. Y si eran más pequeños, les rompía los huesos. los estiraba hasta que cupieran perfectamente.

Historia de Publicación

Apareció por primera vez en la serie Sustos Ocultos de Frankelda.

Después apareció en la película Soy Frankelda de 2025.

Orígenes de Procustes

Sustos Ocultos de Frankelda y Soy Frankelda

Procustes era un susto Araditio, descendiente lejano del susto primigenio Enkara. Él era el Pesadillero Real al servicio de los reyes Ficturo y Veritena. Estaba a cargo de escribir las pesadillas que después los reyes enviarían al mundo de los humanos para hacer que los humanos les temieran a los sustos y así asegurarse que los sustos se mantuvieran con vida.

Sin embargo, en sus últimos años, las pesadillas que Procustes escribía eran muy malas. Los reyes solo lo mantenían como Pesadillero porque sabían que tenía mucha influencia con los otros clanes del Topus Terrentus y porque temían a su poder de proyectar su conciencia al mundo humano.

Con el paso del tiempo, el desarrollo de la ciencia en el mundo humano, combinado con la mala escritura de Procustes provocaron que la gente dejara de temer a las pesadillas y que los Sustos corrieran peligro de desaparecer. Los reyes fueron los primeros en resentir estos y empezaron a desvanecerse.

Procustes culpaba de esto a los reyes pues pensaba que todo se solucionaría si los sustos invadían el reino de los humanos, pero los reyes no querían permitir esto pues ambos mundos debían permanecer separados.

El príncipe de los sustos, Herneval, sabía que la crisis era culpa de las historias de Procustes y por eso quiso traer a una escritora del reino humano para reemplazarlo. Ofendido, Procustes juntó a los líderes de los 7 clanes del Topus Terrentus y les propuso rebelarse contra los reyes pero los líderes solo aceptarían hacerlo si Procustes les demostraba que él sí escribía buenas historias y que no era su culpa que las pesadillas ya no funcionaran.

Para poder probar esto, cuando Herneval llega con la escritora Frankelda al Topus Terrentus, Procustes decide robar una de sus historias. Para ello le hace creer a Frankelda que lo que escribe no es bueno y luego la hace creer que Herneval la llevó al Topus Terrentus no para ser su escritora sino su asistente.

Esto hace que Frankelda se pelee con Herneval. Para que se le pase, Procustes le propone al príncipe enviarle a Frankelda una pesadilla. Mientras Herneval crear dicha pesadilla, Procustes proyecta su conciencia a la mente de Frankelda para espiarla y robarle una de sus historias.

Procustes lleva dicha historia a los reyes haciéndoles creer que es suya. Cuando Frankelda descubre esto, confronta a Procustes pero este la captura. Después, va con los líderes de los clanes. Tras probarles que puede ser un buen escritor, con la historia que robó de Frankelda, lidera con cinco de ellos la rebelión contra los reyes.

Procustes captura a Ficturo y Veritena y empieza a usar las historias de Frankelda para que cada uno de los sustos mencionados en ellas tengan la oportunidad de atravesar la barrera entre mundos y llegar al mundo humano. Sin embargo, los planes de Procustes se ven saboteados por uno de los líderes de los clanes, uno de los que no lo habían seguido, quien usa sus poderes para enviar lejos a los otros líderes. Sin embargo, Procustes logra escapar.

Después de esto llega Herneval al palacio, tras haber rescatado a Frankelda, ambos con un plan para detener a Procustes. Herneval engaña a Procustes para que intente robar otra historia de la mente de Frankelda mientras ella tiene una pesadilla. Pero cuando Procustes se proyecta en la mente de Frankelda, ella atrapa a Procustes en la forma de su mansión. Sin embargo, Procustes a su vez encierra a Frankelda dentro de él.

Tras haber sido herido de muerte, Herneval proyecta su conciencia a la mente de Frankelda, la salva de Procustes y lo duerme aún en su forma de mansión.

Cuando en el Topus Terrentus, el cuerpo de Herneval muere, su conciencia en la pesadilla queda atrapada dentro del libro de sustos de Frankelda. Así, tanto Frankelda como Herneval quedan atrapados dentro de la mansión en la que se ha convertido Procustes, con la esperanza de escapar algún día o de ser liberados.

Eventualmente, Frankelda logra despertar a Procustes y aprovechar eso para escapar. Herneval la sigue pero es capturado por Procustes y encerrado de nuevo en la mansión.

Vestimenta y Apariencia

Es un centauro-araña de ocho patas, piel verde, ocho ojos, ocho dedos en cada mano, traje morado y peluca antigua.

Poderes y Habilidades

Sus poderes, de naturaleza de susto, incluyen:

• Disparar Telarañas
  
  
• Escalar en las Paredes
  
  
• Proyección de Conciencia: Puede espiar al mundo humano a través de los ojos de las arañas. También puede espiar las mentes de otros usando una pócima.

Curiosidades y Controversias

El diseño de Procustes es muy similar al del Editor Damastes, pero en susto. Casi pudiera parecer que, de haber escrito Frankelda su propia historia, se inspiró en el Editor Damastes para crear a Procustes. Otra teoría propone que todos los sustos del Topus Terrentus tienen un equivalente humano en el mundo real, que en el caso de Procustes sería el Editor Damastes.